La infraestructura de vehículos eléctricos (EV) de Australia se enfrenta a una nueva amenaza: el robo de cobre de los cables públicos de carga rápida. Este problema creciente, ya generalizado en EE. UU., Reino Unido y Europa, está impulsado por el aumento de los precios del cobre y por ladrones oportunistas que explotan las vulnerabilidades en las redes de carga.
El creciente costo del cobre alimenta el robo
El precio del cobre en Australia ha aumentado aproximadamente un 24% este año, luego de un aumento del 29% en 2023. Los recicladores ahora pagan entre 9 y 13 dólares por kilogramo de cobre, lo que crea un incentivo financiero para el robo. Los cables de los cargadores de vehículos eléctricos se están convirtiendo en objetivos principales, ya que los ladrones pueden vender el metal para obtener ganancias.
Incidentes y tendencias recientes
Solo esta semana, al menos cuatro cargadores rápidos Chargefox en Cranbourne, Victoria, fueron vandalizados y sus cables fueron robados. Al mismo tiempo, seis Superchargers de Tesla en Norwood, Australia del Sur, fueron atacados de manera similar. Este aumento se alinea con aumentos más amplios en el robo de vehículos y el vandalismo en Victoria, casi un 40% y un 50% en el último año.
Los proveedores de infraestructura responden
Los operadores de redes de carga están buscando soluciones. Algunos están instalando mejor iluminación, CCTV y alarmas. Otros están experimentando con fundas protectoras (como Cable Guard de Kempower) e incluso tintes disuasorios explosivos (DyeDefender de Catstrap) para desalentar el robo. Tesla también está estampando sus cables con “propiedad de Tesla” para disuadir a los recicladores.
La experiencia de EE. UU.
Estados Unidos ya ha sufrido importantes robos de cables. Electrify America informó 129 cables robados en los primeros cinco meses de 2023, superando el total de 2022 (125). Reemplazar estos cables cuesta entre $3000 y $6000 por incidente. El estado de Washington ha sido un punto crítico, con 89 cables cortados de las estaciones de Electrify America a mediados de 2024.
¿Vale la pena correr el riesgo?
Los expertos cuestionan la viabilidad de este delito. El esfuerzo necesario para quitar el cobre aislado de los cables puede no justificar el modesto beneficio, especialmente si se tiene en cuenta el riesgo de ser descubierto. Como señaló un ejecutivo de la industria: “Es completamente sísifo intentar sacar dinero de pequeños cables recubiertos”. A pesar de esto, el problema continúa aumentando.
El aumento del vandalismo en los cargadores de vehículos eléctricos resalta la fragilidad de la infraestructura de carga pública y subraya la necesidad de medidas de seguridad proactivas. A medida que aumenta la adopción de vehículos eléctricos, proteger estas redes será fundamental para mantener la confianza de los consumidores.





















