El ascenso y la caída del Repmobile: vehículos de empresa icónicos de los años 70, 80 y 90

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El coche de empresa. Para muchos, el término evoca imágenes de una época pasada: una época en la que un vehículo nuevo y brillante no era sólo un beneficio, sino un símbolo visible de éxito profesional. En el Reino Unido, estos vehículos, conocidos cariñosamente como “repmobiles”, eran un elemento básico de la vida laboral, y las tres décadas que abarcan los años 70, 80 y 90 representan el pico de este fenómeno.

El coche de empresa como símbolo de estatus

Durante este período, conseguir el coche “adecuado” era un factor decisivo para los empleados ambiciosos. No se trataba simplemente de transporte; fue una declaración pública de la posición de uno en el lugar de trabajo y más allá. Un coche nuevo indicaba éxito e influyeba no sólo en los colegas, sino también en los vecinos y usuarios de la carretera. Un aumento en los niveles de equipamiento (de una “L” a una “GL”, por ejemplo) podría proporcionar un consuelo tangible y apreciado en ausencia de un aumento salarial significativo.

De la sala de exposición fresca a la vista familiar

Para muchos niños, la llegada del coche de empresa de sus padres fue un acontecimiento memorable. El último número de registro exhibido con orgullo en la matrícula indicaba una nueva incorporación a la familia y proporcionaba un indicador visual sencillo de los logros profesionales de sus padres. Mientras que los coches de empresa existían en una variedad de formas y tamaños, el segmento D (que abarca berlinas y hatchbacks) dominaba los vehículos de flota.

El panorama cambiante de las ventajas para los empleados

El panorama de los beneficios para los empleados ha experimentado un cambio significativo en los últimos años. Cada vez más, las empresas ofrecen un subsidio mensual para el automóvil, lo que otorga a los empleados la libertad de elegir su vehículo, incluida la exploración del mercado de segunda mano. Quienes todavía optan por el sistema tradicional de vehículos de empresa encuentran los vehículos eléctricos cada vez más tentadores, gracias a sus tasas impositivas excepcionalmente bajas sobre beneficios en especie.

Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿estos vehículos más nuevos evocarán la misma sensación de nostalgia y afecto que los icónicos vehículos del pasado?

Echemos un vistazo a algunos de los vehículos que definieron la época dorada del coche de empresa.

Ford Cortina Mk3: el vehículo que lo empezó todo

Podría decirse que el Ford Cortina Mk3 encendió la revolución de los coches de empresa en el Reino Unido. Si bien el Cortina original debutó en 1962, su estilo nítido y su sistema de ventilación interior “Aeroflow” lo distinguen. Sin embargo, fue la introducción del Mk3 en 1970 lo que realmente consolidó su lugar en la historia de la flota.

Características clave y atractivo

El distintivo diseño de “botella de Coca-Cola” del Cortina Mk3 y su gama de opciones de motor (motores de cuatro cilindros de 1,3, 1,6 y 2,0 litros) cubrían una amplia gama de necesidades. Sin embargo, la innovadora expansión de los niveles de equipamiento de Ford resultó ser el verdadero punto de inflexión, consolidando el estatus del Cortina como realeza indiscutible de los repmobiles. La capacidad de los empleados de ascender de nivel proporcionaba una recompensa tangible y un símbolo de avance dentro de la empresa.

El Cortina Mk3 representa un momento crucial en la cultura corporativa y del automovilismo británico, y demuestra cómo el automóvil de empresa evolucionó más allá del mero transporte hasta convertirse en un codiciado símbolo de estatus.