Después de años de vaivenes, TVR está listo para regresar, trayendo consigo sus icónicos autos deportivos y una promesa de electrificación para el futuro. La marca resucitada operará como una subsidiaria de Charge Holdings, una compañía que recientemente tomó el control de otra marca histórica: Charge Cars. Mejor conocido por su reinvención del Ford Mustang eléctrico, Charge Cars experimentó un breve colapso en julio de 2024 antes de ser revitalizado por un nuevo propietario.
Charge Holdings imagina un futuro en el que TVR opere junto con otras “marcas icónicas de rendimiento” dentro de un grupo automotriz multimarca. Esta estructura de colaboración tiene como objetivo aprovechar los recursos compartidos de ingeniería, diseño, fabricación y financiación, creando esencialmente un consorcio de fabricantes de automóviles especializados que buscan competir en el mercado de lujo de alto rendimiento.
Si bien la tecnología de los vehículos eléctricos eventualmente desempeñará un papel en la futura línea de TVR, el enfoque inmediato sigue siendo firmemente completar el tan esperado auto deportivo Griffith. Presentada en 2017, esta nueva versión del modelo clásico prometía una combinación deslumbrante de potencia bruta y manejo ágil. El plan era combinar un rugiente Ford V8 de 5.0 litros de aspiración natural con una caja de cambios manual tradicional de seis velocidades, lo que resultaría en más de 500 caballos de fuerza, un tiempo de aceleración de menos de cuatro segundos de cero a 62 mph y una velocidad máxima superior a las 200 mph.
El diseño del Griffith era igualmente ambicioso, con una estructura ligera de compuesto de carbono diseñada para mantener el coche por debajo de los 1.250 kg. TVR también defendió la aerodinámica innovadora al priorizar el efecto suelo sobre los spoilers o splitters tradicionales para mejorar la carga aerodinámica a altas velocidades. Una configuración de ruedas única (ruedas traseras más anchas en comparación con las delanteras) subrayó aún más el enfoque en el rendimiento dinámico.
Obtención de un nuevo chasis
El camino hacia el avivamiento no está exento de obstáculos. Originalmente, TVR tenía la intención de utilizar la tecnología de chasis iStream de Gordon Murray para el Griffith. Sin embargo, los derechos de esta innovadora plataforma ahora residen en Forseven, una startup automotriz que recientemente se fusionó con McLaren, un escenario que deja a TVR en la necesidad de conseguir un nuevo socio de plataforma.
Afortunadamente, encontrar un motor adecuado no debería suponer un gran desafío dada la producción continua por parte de Ford de la deseada unidad V8. Paul Abercrombie, director ejecutivo de Charge Holdings, asegura a los interesados que a principios de 2026 se revelarán más detalles sobre el futuro de Griffith y su lugar dentro de la gama TVR ampliada. Por ahora, enfatiza que esta fusión representa “un nuevo líder en el sector automotriz de lujo de bajo volumen”.
El regreso de TVR es más que un simple resurgimiento nostálgico. Significa un intento de hacerse un hueco en el cada vez más concurrido mercado de automóviles de alto rendimiento aprovechando la herencia y los avances tecnológicos, ya sean soluciones tradicionales de sistemas de propulsión o futuras plataformas eléctricas. El éxito de esta estrategia depende de sortear complejos problemas de la cadena de suministro, la evolución de las preferencias de los consumidores y los desafíos inherentes asociados con la reactivación de una marca inactiva.























