El plan fiscal del Reino Unido para los vehículos eléctricos se enfrenta a una reacción negativa de la industria: el crecimiento está en riesgo

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La industria automotriz del Reino Unido se opone firmemente al impuesto de pago por milla propuesto por el gobierno para los vehículos eléctricos (EV), advirtiendo que la política podría revertir los recientes avances en la adopción de vehículos eléctricos y desestabilizar el sector. El nuevo impuesto, que se detallará en el Presupuesto de Otoño de la Canciller Rachel Reeves, tiene como objetivo compensar la pérdida de ingresos de los impuestos tradicionales sobre el combustible a medida que los conductores cambian a vehículos eléctricos.

Detalles e inquietudes fiscales

Según el plan propuesto, los conductores de vehículos eléctricos se enfrentarán a un impuesto de 3 peniques por milla recorrida, además del impuesto especial anual sobre vehículos (VED) existente de £195. Esto significa que un conductor promedio de vehículos eléctricos que recorra 8,000 millas por año incurriría en £ 240 adicionales en cargos anuales, costos que no existían el año pasado.

La Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Motores (SMMT) ha condenado el impuesto como “una medida totalmente equivocada en el momento equivocado”, argumentando que socava los esfuerzos para fomentar la adopción de vehículos eléctricos. La industria teme que la política desaliente a los compradores potenciales, haciendo que el mandato del gobierno sobre vehículos de cero emisiones (ZEV), que requiere que los fabricantes de automóviles aumenten las ventas de vehículos eléctricos al 80% para 2030, sea significativamente más difícil y costoso de lograr.

Apoyo gubernamental y contradicciones

El gobierno ha anunciado simultáneamente medidas positivas para la industria automotriz, incluido un fondo de innovación de £2,500 millones, acuerdos comerciales favorables con Estados Unidos e India y ajustes al marco del mandato ZEV. Sin embargo, el SMMT advierte que el impuesto de pago por milla amenaza con anular estos beneficios.

Cronograma de implementación e impacto en la industria

Está previsto que el impuesto se implemente en 2028, pendiente de una consulta pública. El SMMT estima que esta política podría acabar con el crecimiento reciente en el sector de los vehículos eléctricos, perdiendo potencialmente 400.000 ventas de vehículos eléctricos. La industria sostiene que someter a los automóviles eléctricos a impuestos adicionales envía un mensaje desalentador a los consumidores y hace que la transición a los vehículos eléctricos sea menos atractiva.

La cuestión central es la sustitución de los ingresos. A medida que disminuyen las ventas de gasolina y diésel, los gobiernos deben encontrar nuevas formas de financiar la infraestructura y los servicios públicos. Si bien un sistema de pago por milla parece lógico desde una perspectiva fiscal, su impacto inmediato podría sofocar la adopción de vehículos eléctricos, retrasando el cambio más amplio hacia la movilidad eléctrica.

Las señales contradictorias del gobierno (fomentar las ventas de vehículos eléctricos y al mismo tiempo aumentar su costo) crean incertidumbre tanto para los fabricantes de automóviles como para los consumidores. A menos que se reconsidere, este impuesto corre el riesgo de socavar los objetivos de descarbonización a largo plazo del Reino Unido.