La nueva marca china de vehículos eléctricos ‘Firefly’ se lanzará en Australia

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Una nueva marca de vehículos eléctricos (EV), Firefly, propiedad del fabricante chino Nio, se está preparando para ingresar al mercado australiano. Esto marca otra expansión de la presencia automotriz china, pero Firefly se distingue por apuntar a un segmento menos saturado: la categoría de hatchbacks pequeños y cuasi premium.

Un jugador único en un mercado abarrotado

Australia ha experimentado un aumento en las marcas de automóviles chinos en los últimos años, centrándose principalmente en SUV y utes de tamaño mediano. El modelo debut de Firefly es un hatchback eléctrico que apunta a un precio ligeramente más alto que el BYD Dolphin Surf, centrado en el presupuesto (vendido como Atto 1 en Australia), actualmente el vehículo eléctrico más barato disponible a nivel local. La marca comenzó su lanzamiento global en 2025.

Si bien el vehículo en sí está listo para las carreteras australianas, Nio aún está ultimando una asociación de distribución. La empresa está negociando activamente con importadores potenciales para garantizar un lanzamiento sin problemas y que cumpla con la ley. Actualmente, marcas como Deepal y Xpeng dependen de distribuidores externos.

Seguridad y especificaciones

Firefly ya se ha sometido a pruebas rigurosas, incluidas evaluaciones Euro NCAP, logrando una calificación de seguridad de cinco estrellas con puntuaciones del 96 % en protección de ocupantes adultos y altas calificaciones en todas las categorías. La empresa tiene como objetivo cumplir simultáneamente los estrictos estándares de seguridad de China, Europa y Australia.

El hatchback Firefly vendrá equipado con un único motor eléctrico de 105 kW que impulsa las ruedas traseras. Mide 4.003 mm de longitud, lo que lo sitúa un poco más grande que un Toyota Yaris. Las dimensiones del vehículo probablemente lo colocarán en competencia con otros hatchbacks eléctricos como el BYD Dolphin, MG 4 y GWM Ora.

Precios y características

En Europa, el Firefly First Edition se vende por unos 29.900 euros (aproximadamente 53.300 dólares australianos), lo que lo hace 7.000 dólares australianos más caro que el BYD Dolphin Surf. El vehículo cuenta con una batería de 41,2 kWh que ofrece hasta 330 km de autonomía WLTP y admite carga rápida de hasta 100 kW CC.

Las características notables incluyen:

  • Suspensión delantera MacPherson y suspensión trasera de cinco brazos.
  • Diseño de iluminación LED circular único
  • Un sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 13,2 pulgadas con Apple CarPlay y Android Auto
  • Tapicería de poliéster reciclado con asientos delanteros ventilados y con masaje opcionales
  • Capacidad de vehículo a carga (V2L) para alimentar dispositivos externos

El Firefly ofrece 404 litros de espacio de carga, ampliables hasta 1.253 litros con los asientos traseros abatidos. Hay almacenamiento adicional disponible debajo de los asientos traseros y en un baúl delantero de 92 litros.

La estrategia más amplia de Nio

Firefly no es la única marca derivada de Nio. La compañía también lanzó Onvo, un vehículo eléctrico más asequible centrado en los mercados europeos. Nio ha registrado ambas marcas en Australia, lo que sugiere nuevos planes de expansión. La posibilidad de introducir el programa de batería como servicio (BaaS) de Nio, que permite el intercambio de baterías, sigue sin estar clara para el mercado australiano.

El lanzamiento de Firefly marca otro paso en la creciente influencia de los fabricantes de automóviles chinos en Australia, ofreciendo a los consumidores más opciones en el creciente segmento de vehículos eléctricos.