El director ejecutivo de Ford admite que la tecnología de vehículos eléctricos de China lidera el mundo

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El director ejecutivo de Ford Motor Co., Jim Farley, está reconociendo públicamente la superioridad tecnológica de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos (EV), llegando incluso a viajar diariamente en vehículos como el Xiaomi SU7 para comprender la competencia de primera mano. La sincera evaluación de Farley, revelada en una entrevista con La Nación de Argentina, subraya un creciente pánico entre los fabricantes de automóviles occidentales que enfrentan la rápida innovación proveniente de Asia.

El Xiaomi SU7: la “Apple sobre ruedas” de China

Farley describió el Xiaomi SU7 como una experiencia digital perfecta que rivaliza con los productos de Apple. Las características clave incluyen la integración automática del teléfono mediante reconocimiento facial, un asistente de inteligencia artificial incorporado y una aceleración vertiginosa, supuestamente de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos. Comparó explícitamente el rendimiento del vehículo con el de un Porsche Taycan, lo que indica un alto nivel de respeto por la ingeniería china.

La “Operación China” de Ford

Para comprender mejor la amenaza, Farley ordenó a su equipo directivo que adquiriera cinco vehículos eléctricos chinos de primer nivel. Estos vehículos fueron enviados a Chicago y conducidos por todo el país hasta la sede de Ford en Michigan, donde ahora el equipo ejecutivo los utiliza para los desplazamientos diarios. La iniciativa es una admisión contundente de que Ford corre el riesgo de repetir fracasos del pasado en otros mercados asiáticos, en particular Japón y Corea del Sur.

Ponerse al día es la única opción

Farley admitió anteriormente que los fabricantes chinos de vehículos eléctricos están por delante de sus competidores. Cuando Ford contrató a Doug Field, un ex ingeniero de Tesla y ejecutivo de automóviles de Apple, Field supuestamente le dijo a Farley que la infraestructura tecnológica de la compañía estaba “atrasada 25 años”. Esto incluía sistemas de liberación de piezas, arquitectura de TI y herramientas de diseño CAD obsoletos. La implicación es clara: sin una modernización radical, Ford no puede competir con líderes de la industria como BYD.

Por qué esto es importante

No se trata sólo de un fabricante de automóviles. Las industrias occidentales enfrentan un desafío más amplio: el sector de vehículos eléctricos de China está avanzando a un ritmo sin precedentes. Incluso sin una penetración significativa en el mercado estadounidense todavía, los vehículos eléctricos chinos ya están estableciendo puntos de referencia en integración digital, rendimiento y eficiencia de fabricación. La velocidad de la innovación requiere que las empresas occidentales se adapten rápidamente o corren el riesgo de quedarse atrás.

“Ford extrañaba a Japón, Ford extrañaba a Corea del Sur, por lo que no podemos extrañar a China”, dijo Farley, subrayando los riesgos existenciales.

La situación está obligando a Ford –y probablemente a otros fabricantes de automóviles occidentales– a enfrentar verdades incómodas sobre su deuda tecnológica. Las acciones del CEO sugieren que comprender la competencia es ahora la máxima prioridad, incluso si eso significa admitir la derrota en áreas clave.